Francisco Magallón - FOTOGRAFÍA DE VIAJE

Acosan, amenazan y torturan a diario a esas miles de almas, que ante la impasible mirada de un mundo acomodado, sobreviven. Cientos de miles de muertos, millones de desplazados, un triste testimonio que encuentras en cada uno de estos inmensos campos desolados de esperanza…

Un lugar donde es mejor ser “burro que mujer”, un lugar donde los niños no saben jugar porque nadie les destina, a penas, unos minutos… Una gran explanada donde conviven, encerrados y aislados, sin esperanza.

Gritos en la “tierra de los negros”, una broma macabra de la creación. Años de espera, de pasividad internacional, donde la mujer, forzada, es el motor de la  existencia. Maltratadas y criando niños que serán  reclutados por las milicias o las guerrillas. Amparadas por nadie en medio de uno de los conflictos más crueles de la humanidad, siguen paso a paso,  durante días y kilómetros, transportando ese agua que les dará un día más de vida….  o de sufrimiento

Despreciadas por su propia familia ante las violaciones, por miedo, consentidas.

Marginadas y apartadas por una sociedad reprimida y  olvidada de nuestro “norte mundo” de derechos de igualdad.

Los más desamparados de la tierra viven en Sudán.